Karen Vargo

A Family of Stories, based on real life characters in a bicultural, bilingual family, captures the essence of family life in the most honest way -- multiple protagonists! Find out how the same story can take on new life when told by a different perspective. Perfect for reading at home or in a classroom setting, children are encouraged to take on their own role as protagonist, often leading to discussions about who how they see themselves in their own "Family of Stories."

Wednesday, June 2, 2010

Unas vacaciones de verano

Las vacaciones de Dani
. . . Va llegando el verano, y Dani va a ir de vacaciones con su familia. Van a ir a la playa para pasar dos semanas. Dani tiene muchas ganas de ver al océano . . .

. . . Más tarde en el cuarto de juguetes Dani encuentra a Marta. —Me voy de viaje. —ella le dice, y mete unos disfraces en una bolsa de plástico. Jack, el hermano pequeño de Dani, llena una mochila con sus juguetes preferidos. Dani piensa en traer un cuaderno y unos lapiceros también. Los tres se van al cuarto de Mamá con sus cosas.
—Ya estamos listos. —dice Jack, y lanza la mochila a su cama. Algunos de los juguetes pequeños se caen del bolsillo pequeño.
—Ay, no. —dice ella, y le devuelve la mochila Jack. —Ya no queda sitio en el coche. —Dani está preocupado. Su profesora les dijo que deberían estudiar un poco durante las vacaciones, y se lo dice a Mamá . . .

. . . Después de mucho tiempo llegan. Papá se para el coche delante de una casita de madera con un porche. Dani decide que le gusta la casa. Parece igual que una casita que sale en un cuento que tenía cuando era pequeño. Papá abre el maletero y Dani coge una maleta pequeña para ayudar. Jack ya está en el porche mirando por las ventanas. Mamá lleva a Marta, que está dormida. Papá saca una llave de su bolsillo y abre la puerta, como si fuera su propia casa . . .

. . . —Quiero la cama de arriba. —dice Jack. En casa Jack duerme arriba también, y Dani le dice que sí. Jack le da las gracias, pero a Dani le gusta dormir abajo. Es como dormir en un barco, o en un tren, o escondido dentro de una cueva pequeña . . .

. . . Cada tarde se quedan en la playa hasta la puesta de sol. Es la mejor parte del día. —Date prisa, Dani. Ven a sentarte conmigo. —dice Marta. Ellos siempre se sientan encima de una manta grande para ver el atardecer. El cielo es diferente ahora, llena de rojos y rosas y naranjas. Los ojos de Dani parecen crecer cuando mira al cielo. Cada noche la puesta del sol es diferente. Esta vez el sol se baja y se derrite en el océano como un helado. Las nubes arriba en el cielo parecen pájaros rosas.
—Hmmmm. Este atardecer ha sido mi preferido. —dice Dani . . .


. . . Por la noche cenan en la terraza detrás de casa. A Dani le gusta mucho la terraza. Desde aquí se puede ver el océano un poquito, ahora azul oscuro en la oscuridad de noche. El océano por la noche le hace pensar en ballenas. Así es como debe ser una ballena, grande, azul y frío. Después de cenar Papá les cuenta cuentos. A Dani le gusta sentar y escuchar al sonido de las olas en la distancia. Le trae sueño. El aire se refresca y empieza a oler como la neblina de la mañana, y la cara de Dani siempre parece caliente comparado al aire fresco . . .

. . . Llega el día cuando Dani y su familia tienen que hacer las maletas y volver a casa. Dani ayuda a Mamá organizar la ropa.
—Mamá, ¿Qué va a pasar con esta casa ahora? —le pregunta.
—Supongo que otra familia vendrá a pasar sus vacaciones aquí. —le contesta, y lleva la maleta al pasillo. Dani mira a las literas y la hamaca pequeña. Es mucho más pequeño que el cuarto que tienen en casa. No hay juguetes, y el suelo hace ruido cuando pasas por encima, pero a Dani le gusta mucho este cuarto. A mi me gusta este cuarto más que a cualquier otro chico que venga piensa Dani, y le sigue a Mamá al pasillo . . .

. . . El coche está preparado y Papá llama para que todos monten. Dani y Jack están en la terraza despidiéndose del océano. Jack lanza piedras hacía el agua. No llegan muy lejos, y Dani no le dice que pare. Jack coge la última piedra y se lo mete en el bolsillo como un souvenir. Dani mira al océano azul y piensa en ballenas y pájaros rosas y neblina que deja a todo mojado. Papá dice que quizás vuelvan el próximo verano. Un año entero es mucho tiempo para estar lejos del océano, piensa Dani, y se da la vuelta para irse al coche . . .

Las vacaciones de Jack
. . . Va llegando el verano, y Jack se va de vacaciones con su familia. Ellos se van a la playa para dos semanas. Jack se va al cuarto de juguetes para buscar su cuento sobre el mar . . .

. . . —Me voy de viaje. —dice Marta a Dani. Ella coge su bolsa de disfraces y lo cuelga de su hombro. Jack llena su mochila con sus juguetes preferidos. Menos mal que él se acuerda de llevar juguetes porque todos los demás parecen haberlos olvidado. Probablemente Mamá le dará las gracias por ser tan responsable. Jack no quiere esperar más para demostrarla que él también puede ayudar en las preparaciones para el viaje, y se va a buscarla . . .

. . . Después de un tiempo muy largo paran delante de una casita. Se bajan del coche, y Jack se acerca a la ventana para ver quien vive allí. Quizás tengan hijos que les dejarán jugar con sus juguetes. Papá saca una llave de su bolsillo y abre la puerta. Jack contempla si no se va a enfadar la familia que vive aquí por haber entrado sin ni siquiera tocar el timbre . . .

. . . —Quiero la cama de arriba. —dice Jack. En casa Dani siempre le deja dormir arriba. Quizás aquí Dani no será tan simpático, pero Dani dice que sí, y Jack está aliviado. Seguro que Dani sabe que la cama de abajo le asusta a Jack. Parece demasiado oscuro allí abajo, como estar en una cueva . . .

. . . Cada tarde se quedan en la playa hasta el atardecer. Es la mejor parte del día. Ellos se sientan acurrucados en una manta grande y miran al cielo. El cielo de la playa es diferente que el cielo de casa. En casa el sol se mete detrás de una montaña cada tarde. Jack nunca sabía donde se va el sol cada noche, pero ahora lo sabe. Viene aquí donde se derrite en el mar. Jack contempla como podrá salir otra vez por la mañana. Tendrá que pedir a Papá si puedan despertarse pronto una mañana para ver el sol salirse del océano de nuevo . . .

. . . Por la noche cenan en la terraza que hay detrás de la casa. A Jack le gusta mucha la terraza, pero se sienta cerca de la luz que cuelga en la puerta. Puede ver el mar a lo lejos, que se cambia de azul oscuro a negro. Jack le pide a Papá un cuento. Papá siempre empieza de la misma manera. —Había una vez tres niños, Dani, Jack y Marta. Y un día . . . — A partir de esas palabras Papá siempre inventa algo distinto. Algunas veces hay piratas, otras veces dragones. El cuento preferido de Jack tiene un unicornio y muchos gnomos graciosos. Mientras Papá cuente el cuento, Jack mira al océano y realiza los dibujos en la cabeza . . .

. . Jack se va a la terraza para despedirse del océano. Él encuentra algunas piedras al bordillo del porche, y se pregunta si podrá lanzarlas hasta el agua. Un día la familia entera paseaba por un muelle y Dani y Jack lanzaban piedras tan lejos que ni siquiera podían ver dónde llegaron a para. Aquí Jack no tiene la misma suerte; las piedras ni llegan mucho más lejos que la terraza. Dani sale a la terraza también. Jack va a echar de menos tener juguetes como piedras para tirar desde un muelle, una orilla que siempre se mueve, y mucha arena para hacer castillos. Decide guardar una piedra para llevárselo a casa, para traerle suerte, y se lo mete bien metidito en su bolsillo . . .

Las vacaciones de Marta
. . . Va llegando el verano, y Marta se va de vacaciones con su familia. Ellos se van a la playa para dos semanas. Marta piensa que será divertido. Unas vacaciones y una playa deben ser cosas muy guays si toda la familia está tan animada . . .

. . . Marta mira a Mamá y Dani en el cuarto de los chicos. Mamá mete ropa en una maleta grande. Marta se va al cuarto de juguetes y encuentra a una bolsa de plástico. Ella mete sus disfraces de princesa dentro de la bolsa. ¿Así se prepara una maleta? Saca los disfraces otra vez y los dobla con cuidado. Entonces, vuelve a meterlos en la bolsa, muy rápido y con una cara seria, como lo hizo Mamá.
—Me voy de viaje. —Marta dice a Dani cuando entra al cuarto. Ella sale del cuarto y pasea por los pasillos con su bolsa colgado del hombro. A veces ir de viaje es una cosa muy seria . . .

. . . Marta se despierta cuando Mamá la saque del coche. Pero ella no abre los ojos. Si sigue dormida no tendrá que andar. Con sus ojos cerrados, Marta contempla donde estarán. Huele raro. No huele a coche nuevo, ni a la cocina cuando Mamá prepara galletas, ni al bosque cuando se van de picnic. No huele a nada que Marta reconozca. Mamá la lleva a una casita y la deja encima de una camita. Aquí dentro huele al ático de casa donde guardan las decoraciones navideñas.
Marta abre los ojos. Ella está en un cuarto pequeño encima de una hamaca pequeña. Al otro lado del cuarto hay literas. Dani guarda la ropa en un mueble con cajones. A Marta le gusta esta camita. Es pequeña como ella. Cuando llega la noche y tienen que dormir, ella va a hablar con Dani y Jack después de que Mamá y Papá apaguen la luz. En casa Marta siempre escucha desde su cama mientras Dani y Jack hablen en la oscuridad. Ella es la única chica y tiene que dormir sola en su habitación. Marta piensa que está bien que en esta casa tiene que ser un chico. Por lo menos no tiene que dormir solita . . .

. . . Cada tarde se quedan en la playa hasta el atardecer. Es la mejor parte del día. Se sientan acurrucados en una manta y miran al cielo.
—Date prisa, Dani. Ven a sentarte conmigo. —Marta le dice a Dani. Es bonito ver la puesta del sol. El cielo se convierte en rojo y naranja y rosa, y eso es como magia, porque se supone que el cielo debe ser azul. A Marta le gusta estar en el medio entre los dos chicos porque cuando el sol se derrite al agua, viene la noche. Este cielo es diferente que el cielo de casa, y es mágico. Quizás pueda hacer más trucos y hacer que otra cosa cae del suelo y se derrite a sus pies. Marta agarra bien a sus hermanos y mira al sol ponerse . . .


. . . Una noche después de cenar se sientan en la terraza de casa. Marta intenta quedarse despierta como Dani y Jack. Papá empieza un cuento. —Había una vez tres niños, Dani, Jack y Marta. Un día . . . — Marta se abraza un poco más a Mamá. A veces los cuentos de Papá tienen brujas. Marta se cierra los ojos y Papá cuenta una historia sobre un unicornio. Marta sabe lo que es eso. Es como un caballo con un cuerno en la frente. Ella se cierra los ojos y se ve montando a un unicornio blanco. Tiene tanto sueño. Se acurruca en brazos de Mamá y piensa que así debía sentirse cuando era un bebé pequeña, dormida en brazos de Mamá. Marta no se recuerda de cuando era bebé, pero está segura de que le gustaba mucho . . .

. . . Una mañana Mamá le despierta pronto de su camita pequeña. Marta no quiere levantarse todavía, pero todos parecen estar tan ocupados, y no quiere perder nada. Come los cereales con Dani y Jack en la mesa pequeña de la cocina. Quizás se van a un sitio divertido hoy. Mamá y Papá parecen estar preparando muchas cosas.
—Mamá, ¿a que hora nos vamos a casa? —pregunta Dani.
—Tontito. —le dice Marta. —Ya estamos en casa. —A veces ella es muy lista por ser la más pequeña . . .

No comments:

Post a Comment